lunes, 13 de septiembre de 2010

Pollitos en el mercado


He adoptado un gatito hermoso (el más hermoso del mundo, por cierto)... en realidad es una gatita, de la cual les hablaré más detalladamente en cuanto sea posible. El caso es que andábamos buscando un cortauñas porque a mi mami le da miedo que la rasguñe... aunque muerde más que cualquier perro que conozca... en fin.

El fin de semana pasado fuimos a buscarlo al mercado de la colonia y lo compramos en uno de los locales de mascotas que siempre han estado ahí. Seguimos por ahí en el mercado y nos encontramos otro local que no parece tener mucho tiempo. Nosotras no lo habíamos visto. Atendían un señor, una señora que cargaba un bebé y estaba por ahí una niña como de unos 6 años más o menos. Entramos (porque entra uno y todo, ta grandesón) y encontramos el mismo cortauñas unos 5 pesos más barato. Ni modo. Mi mamá se salió del local y antes de que pudiera salir yo se me atravesó la niña y como medio jugando abrió una cajita de zapatos que tenían medio escondida en un anaquel. La cajita misteriosa estaba llena de pollitos de esos que pintan de colores. Unos muertos. Otros agonizando...

Lo peor del caso es que no hice nada. Me paralicé cuando vi la cajita abierta y cuando salí del mercado me sentí taaaan mal por no haberme regresado a sacar a los pollitos que aun estaban vivos a que sintieran aunque fuera por unos minutos lo que es que los quieran, que no solo valgan los 8 pesos, que sientan que valen lo que un ser vivo debe valer... Maldita culpa...

1 comentario:

Rodolfo Escobar dijo...

Y pensar en la cantidad de de animales que mueren por su venta. En las carreteras de casi todo el sureste venden pericos que roban de sus nidos. Como me dan ganas de arrollar a esa gente.